Desde Asomasamen conmemoramos este día 📅 que se celebra desde el año 2010, para honrar el cumpleaños de Raymond Murray Schafer, un compositor y ecologista canadiense considerado el fundador de la ecología acústica. Los objetivos principales que persigue este día consisten en la toma de consciencia de los sonidos que nos rodean diariamente, así como la búsqueda de soluciones al problema de la contaminación acústica.
El estilo de vida actual (nuevas tecnologías, ritmo de vida, etc.) nos impide muchas veces detenernos a escuchar con atención nuestro entorno e incluso a nuestro interior, y justamente el Día Mundial de la Escucha busca eso.
Escuchar es fundamental para aprender. La diferencia entre oír y escuchar radica en la voluntad de la persona. A diario estamos expuestos a una gran cantidad de sonidos que oímos sin poder evitarlo. Y es que los oídos no están diseñados para cerrarse por sí solos. Muchos de estos sonidos, debido al volumen al que se generan, pueden ser peligrosos para nuestra salud auditiva.
Escuchar, sin embargo, es un acto basado en la voluntad de la persona. Escuchar una conferencia, una conversación o un programa de radio, suele ser la mejor manera para aprender.
Aunque no se puede escuchar sin oír, sí podemos oír sin escuchar. Pero la cantidad de estímulos sonoros que nos rodean, especialmente en las grandes ciudades, se superponen unos a otros provocando una amalgama de sonidos molestos que pueden provocar pérdida auditiva y afectar a la salud de las personas.
Está comprobado que el ruido provoca trastornos de sueño y está relacionada con enfermedades cardiovasculares y problemas cognitivos.