REFLEXIONEMOS…

La salud mental, a pesar de que en la actualidad anda en boca de muchas personas como algo fundamental para poder contar con una vida plena e integral; ha sido, y continúa siendo, la gran descuidada, estigmatizada y discriminada en lo que a salud se refiere.

Ahora mismo, en medios de comunicación y otros entornos, se transmite información a través de la cual se demanda la creación de servicios de apoyo sanitario a las personas con problemas de salud mental; lo que nos hace tener muy presente el concepto de “enfermedad”. Sin embargo, a nuestro parecer, poco se habla sobre la importancia de invertir y crear recursos en los que se trabaje desde la prevención.

Según la Organización Mundial de la Salud, el 50% de los trastornos mentales empieza a los 14 años y las tres cuartas partes lo hacen sobre los 20-24 años. Saber a qué edades aparecen los trastornos de salud mental, lejos de ser mera curiosidad, es un dato de especial relevancia; puesto que este dato nos permitirá entender que, muchas veces, atribuimos determinadas conductas a los problemas de la edad.

Pensar que lo que le pasa a nuestra hija de 14 años “es sólo una fase”; o que eso que dice nuestro hijo de 15 años es “cosa de la edad y que ya se le pasará” es un error. Así mismo, también lo es descuidar la ansiedad de un niño de 7 años. En esencia, la atención a la infancia y adolescencia, en materia de promoción de la salud mental, debe ser un pilar de prevención imprescindible para cualquier sociedad avanzada.

Desde ASOMASAMEN, después de 20 años trabajando con personas con trastorno mental grave, hemos entendido que prevenir y hacer promoción de la Salud Mental alivia el dolor psicológico y salva vidas.

¿Qué piensas tú?

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